La felicidad es un sentimiento que une, incluso cuando no podemos estar cerca. Y el nacimiento de un bebé es un motivo de alegría tal que es capaz de atravesar las pantallas y hacernos sentir juntos, incluso cuando nos separan miles de kilómetros de distancia. Si estamos esperando un bebé, organizar un baby shower virtual es la manera perfecta de compartir nuestros sentimientos con la familia y amigos y celebrar la vida haciendo que las distancias desaparezcan. ¡Por todo ello la celebración online que anunciaba el próximo nacimiento de Kristofer no pudo ser más especial!
En el baby shower virtual de Kristofer se dieron cita más de medio centenar de personas repartidas entre España, Estados Unidos y Venezuela. ¡Había que organizarlo todo al detalle para que saliera perfecto! No solo la decoración debía estar lista a tiempo, sino también los ordenadores, el sonido y hasta la iluminación. Todo un reto técnico y logístico que requería un ajuste milimétrico para que tanto los papás anfitriones como los invitados no se tuvieran que ocupar de otra cosa que no fuera disfrutar.
La preparación del encuentro online comenzó semanas antes. Los invitados recibieron una invitación para asistir a un evento online, así como algunos correos electrónicos que les mantuvieron expectantes. Se les citó a un día y a una hora. Todos debían estar sentados delante del ordenador. ¿Qué va pasar? ¿Qué hacemos aquí? Las preguntas no dejaban de repetirse.
A la hora acordada en función de cada país, todos los invitados fueron conectándose uno tras otro e Intenet se llenó al instante de vida, de risas y de la alegría del reencuentro. Sin embargo, los futuros papás aún no habían hecho acto de aparición. Nuestro equipo de maravillosas animadoras apareció en sus pantallas. ¿Quiénes son? ¿Qué van a hacer? ¿Y nuestros anfitriones? Poco a poco se fueron desvelando los secretos.
El baby shower virtual dio comienzo con un vídeo de bienvenida, en el que los futuros papás saludaban a sus familiares y amigos, hasta el punto de emocionarlos. Justo después, hicieron acto de aparición, transmitiendo esa felicidad que solo puedes sentir cuando tu hijo está muy cerca de venir al mundo.
¡Todo resultó según lo esperado! El rincón de la casa escogido para hacer el baby shower virtual no podía estar más bonito. Se escogió para la ocasión una decoración con globos de diferentes tamaños y en tonalidades azules, verdes, blancas y doradas, donde no faltó el confeti y una gran cigüeña portando a un bebé como elemento central. ¡No podía ser de otro modo!
Desde ese instante se sucedieron los juegos, los bailes, las preguntas y las risas, que no cesaron en ningún momento, haciendo olvidar la distancia, como si todos estuvieran presentes en la misma sala. A veces, la felicidad es tan inmensa que es capaz de atravesar fronteras y unirnos a todos en la distancia como un mismo corazón latiendo al unísono.
El baby shower virtual de Kristofer fue todo un éxito. Algún día, cuando sea mayor, sus papás le mostrarán las fotos y vídeos del momento y descubrirá cómo desde medio mundo ya se le quería incluso antes de nacer.
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