Bodas destino: ¿vives fuera y quieres casarte en Madrid?

Las bodas destino son las celebraciones en las que los novios deciden casarse en un lugar diferente al que viven. Algo que ha pasado a ser cada vez más común, ya que vivimos en un mundo cada vez más globalizado, donde los desplazamientos entre diferentes ciudades o países han pasado a ser algo común en nuestro día a día.

Hacer una bodas destino en Madrid

Las parejas que estando fuera quieren casarse en Madrid suelen hacerlo porque han nacido en esta ciudad, pero por circunstancias laborales se encuentran viviendo en otro punto de la geografía española o en el extranjero. En otras ocasiones los novios toman esta decisión porque los miembros de su familia están repartidos por varias ciudades españolas, o incluso viven en diferentes ciudades extranjeras, y quieren facilitarles la logística para que puedan asistir a la celebración cómodamente.

Y hay parejas que, viviendo en otra ciudad española o en el extranjero, deciden casarse en Madrid porque están enamorados de sus monumentos, su historia o su gastronomía, o tienen recuerdos ligados a esta ciudad, lo que les lleva a celebrar la boda en la capital de España, trasladándose tanto ellos como sus invitados.

Cómo suele ser una boda destino

En la boda destino, la estancia de los novios y sus invitados en la ciudad suele tener una duración de entre 2 y 4 días, en función de la disponibilidad de la pareja. En muchas ocasiones la familia y los amigos se encuentran el día antes del enlace. Esta jornada sirve para reencontrarse y ponerse al día antes del día clave, y comenzar a vivir la emoción de la celebración.

Al día siguiente tiene lugar el enlace y la celebración. Estas bodas suelen ser muy emotivas, especialmente cuando hay invitados que llevan tiempo sin verse. Después de estos momentos tan intensos, conviene tener al menos un día de descanso, para recuperarse de la resaca emocional que supone vivir una celebración de este tipo.

En muchas ocasiones, tanto los novios como los familiares y amigos aprovechan para tener unos días libres en la ciudad de destino, lo que les permite convertir la boda en la mejor excusa para tener unas vacaciones inolvidables.

Cómo organizar una boda destino

Para disfrutar al 100% de una boda destino lo mejor es contar con una persona que se encargue de organizarla. El hecho de que los novios no estén físicamente en la ciudad en la que se va a celebrar la ceremonia hace los preparativos más estresantes. Delegar en una persona que desde el propio destino de la celebración vaya ocupándose de todos los detalles supone un ahorro de tiempo y de preocupaciones para la pareja.

En una boda destino el wedding planner se encarga de ir consultando a los novios todos los detalles siguiendo un calendario establecido. Además, también se ocupará de todas las gestiones, como realizar las reservas correspondientes o tramitar los permisos necesarios. Todo estará a punto cuando lleguen los novios, para que no tengan que ocuparse de nada excepto de disfrutar de su celebración y de la compañía de sus familiares y amigos.

Las bodas destino pueden celebrarse en una finca al aire libre, en un hotel o en un salón de bodas. En cualquiera de los casos el éxito de la ceremonia y la posterior celebración pasa por los pequeños detalles. Y para tener todo a punto nada como un organizador de bodas profesional y con experiencia que pueda ver cumplidos los deseos de los novios, haciéndoles la vida más fácil y consiguiendo que la boda destino se convierta en una experiencia inolvidable.