La elección de una fecha para la hacer un baby shower es delicada, ya que debemos tener en cuenta diferentes factores, algunos directamente relacionados con los futuros papás y otros medianamente ajenos a ellos.
En las próximas líneas veremos algunos consejos que nos ayudarán a perfilar el momento idóneo para cualquier baby shower.
Como siempre decimos, el organizador del baby shower, ha de conocer muy bien a los protagonistas o tener una comunicación fluida con ellos. Esto permitirá un flujo adecuado de información útil para hacer un baby shower sea perfecto, y uno de los aspectos para lograrlo es que se realice en el momento idóneo. Para ello…
un embarazo suele durar 40 semanas de media (9 meses y poco), lo ideal es celebrar el baby shower en el tercer trimestre, es decir entre la semana 12 y la 25.
¿Por qué?
En el primer trimestre las mamás están expuestas a un cambio hormonal y fisiológico tremendo que les provoca náuseas y acidez entre otras muchas molestias. Esto por lo general suele desaparecer en el segundo trimestre. Mientras que en el tercer trimestre el embarazo ya se encuentra más avanzado y puede darse el caso (que no siempre) de que la mamá no disfrute tanto de la fiesta como a ella le gustaría.
Por tanto teniendo en cuenta el avance del embarazo podemos establecer ya un margen de tiempo de tres meses en el cual deberíamos poder fijar una fecha.
los invitados son un factor externo a la pareja sobre el que no se tiene control y pueden influenciar en la elección de la fecha. Es muy probable que algunos invitados no vivan en la ciudad donde viven los futuros papás y que asistencia al baby shower dependa de días libres en el trabajo o incluso vacaciones. Es entonces cuando la comunicación entre el organizador y los protagonistas debe entrar en juego.
Así y todo es importante que se procure no invitar a demasiada gente de fuera de la ciudad, pues nos arriesgaremos a que sea imposible a cuadrar las fechas de todos dentro del margen de tiempo fijado. Pudiendo llegar a obligarnos a fijar una fecha en el primer trimestre, en el tercero, o incluso ya nacido el bebé. Esto último muy poco recomendable, puesto que los papás estarán adaptándose a su nueva paternidad/maternidad y necesitarán todo el tiempo del que disponen para ello, con las mínimas distracciones posibles.
si los invitados y el progreso del embarazo lo permiten, lo mejor es evitar los meses de temperaturas extremas, como los meses de calor del verano o los meses más fríos del invierno, especialmente si queremos hacer el baby shower en el jardín o en un entorno al aire libre. Debemos pensar siempre en la protagonista del baby shower: la mamá, en su comodidad y su bienestar.
Estos tres sencillos consejos nos permitirán escoger lo más adecuada para la celebración del baby shower. Sin calor sofocante y sin frio o lluvia que nos impida disfrutar del momento a todos. Procurando que puedan asistir todos los invitados, pero siempre y sobre todo pensando en el mejor momento para que la futura mamá pueda disfrutar de su gran celebración.
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