Nos colamos en la boda de la princesa Ayako de Japón

Como cada miércoles, nos hemos colado en un acontecimiento importante y de gran actualidad, para inspirarnos y estar al día de las últimas noticias. Hoy repasamos la boda de la princesa Ayako de Japón, tercera hija del emperador Akihito.

Hace un par de semanas tomamos nota de todos los detalles de la boda real británica de Eugenia de York y hoy nos toca viajar Japón. Todas las bodas de royals suscitan interés y, a menudo, polémica. Este caso no ha sido diferente ya que, a pesar de que se trata una unión basada en el amor entre estos dos jóvenes, el enlace supone para la princesa renunciar a su título y derechos dinásticos.

Tras varios meses de expectación, el pasado lunes se celebraba en Tokio la boda de Ayako de Japón con Kei Moriya, un profesional dedicado al sector naviero. Como veréis en las fotografías, esta boda es diferente a lo que estamos acostumbrados en nuestra cultura y, precisamente por ello, nos parece muy interesante repasarla hoy.

La ceremonia y los ritos

La ceremonia que selló el compromiso de estos jóvenes tuvo lugar en el santuario Meiji en Tokio. Fue un rito en la más estricta privacidad, pero se sabe que los novios intercambiaron anillos y copas de sake, como manda la tradición.

El viernes anterior a la boda, la princesa realizó el rito tradicional mediante el cual renunciaba a sus derechos dinásticos, despidiéndose formalmente del emperador.

El banquete se celebró un día después de la ceremonia, el martes día 30.

Los vestidos

Ayako de Japón lució dos vestidos diferentes el día de su boda. En primer lugar, un traje color vino a juego con sus zapatos y cubierto por un espectacular kimono que acaparó toda la atención: una pieza en amarillo pastel, con motivos naturales en rojo y verde. Pero lo que más destacamos es su peinado, un estilo típico del periodo Heian.

Tras su boda pudimos ver a Ayako con un kimono diferente, esta vez en rojo con motivos florales en diferentes tonos. Entonces la vimos con una sonrisa de oreja a oreja, feliz por aparecer por primera vez con su ya marido.

Kei llevó chaqué negro y sombrero de seda, optando así por un traje más clásico.

La compensación

Aunque Ayako pasó a ser una ciudadana más tras su enlace con Kei Moriya, lo cierto es que, como dicta la tradición, ha recibido una gran compensación económica por parte de la familia imperial: la nada desdeñable cifra de 900.000€, para así continuar con el estilo de vida al que está acostumbrada.

No es la primera vez que esto ocurre, pero la normativa de la familia nipona solo contempla la renuncia en el caso de las mujeres. Por el contrario, las esposas plebeyas de los hombres de la familia imperial son acogidas.

A pesar de ello, a Ayako se le ha permitido continuar con ciertos cargos, algo sin precedentes. ¿Será que algo que está cambiando dentro de la familia imperial japonesa?

Foto de portada: Reuters

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